El Abandonado

Llora el cielo la desdicha de los que aquí habitan,
pesa el alma como plomo en el mar salado,
las manos tiemblan la voz se corta y el pulso acelerado,
se escucha el llanto, la tristeza y nada ha quedado.

Ay! De los hombres las muertes,
del polvo son hechos
y al polvo vuelven,
de espada sus palabras,
de mentiras son forjadas,
sus máscaras de masacre del pasado,
de codicia el mañana,
de blanco sus fiestas,
negras sus almas.

Caminan sin dios y sin santa maría, 
sin fe y errantes,
idolatrando estatuas,
mientras hacen polvo a los héroes,
el diablo llora de alegría
y entristecido quedaran,
los hombres de poca fe,
que hoy lloran la desdicha.

Llora el abandonado de la fe,
al estar inconforme con lo que ve,
la ira corre por la sangre como un ogro,
con prisa y sed,
sin ángel de la guarda,
sin santa guía pues el no la necesita,
solo falta que viva el día a día.

De rodillas solloza mientras la lluvia cubre su cara,
su pelo mojado parece esperanza,
que duerme en melancolía al ver que el tiempo no avanza,
y en su alma negra palpita la sed de venganza.

Fotogramas de película que en sus sueños se anuncian,
el recuerdo le tortura por las injusticias al mundo cometidas,
pero por mano del hombre estamos como estamos,
entonces comprendo porque dios nos ha abandonado.

Cada día pesa más que el anterior,
pues es difícil vivir con tanto rencor,
por la vida que tienes,
por el recuerdo que esta noche no volvió.

La muerte neutral en ataúd a la espera,
que arrulla con canciones lúgubres,
que arpegios mudos que todos escuchan,
es la canción de quien a todos nosotros espera.

La tierra se agita para sacudirse la peste,
pero como sarna el hombre a su madre muerde,
el agua desaparece como las aves que pierden,
su música, su volar…su hogar.

El caballero sin sombra de distinguido caminar,
el príncipe de la dulce pena, el dios del mal,
no pierde no gana solo tiene que apostar,
por cada alma que se le presente para ganar.

Acá reposa el desauseado el que lo perdió todo,
el que nada ha ganado, 
el que brahma de ira,
el que permanece callado, 
fue desterrado de su tierra,
hoy ante todos traicionados, 
pero condenado por las masas,
Por ser quien quiso 
y sus pensamientos hoy ahogados,
se escribe esta carta al tiempo,
para que recuerde con anhelo,
el que lucho por todos, 
el sin suerte.

Llorando una pena ajena,
al que ya nadie quiere…
al que nadie ha amado....