Un cuento moderno

… Esta historia se cuenta al revés con rima y encanto,

como los cuentos de antaño que te gustaban tanto,

el cuentacuentos un espantapájaros desempleado del mundo de oz,

la leyenda que no ha pasado pero te encontrara a voz.

Este bosque oculto en el tiempo,

echo de asfalto, acero  y cemento,

el castillo, un lugar a la vista de todos,

una casa a medio pintar sin adornos,

yo el espantapájaros sentado en el extraño encuentro,

atado de la cintura para no perderme el suceso.

Ella la princesa, presa en la torre más alta,

doscientos trece el número de aquella casa,

ella lloriqueaba sin cobijo,

después de un amante que se convirtió en mito.

Una niña en sus brazos, su hija amada,

el resultado de aquel caballero,

que un día la abandonara,

ella pobre princesa destrozada…

Pasaba las noches presa de la envidia,

escuchando rumores de ellas, sus amigas,

que quien tenían era fiel y constante,

ella gritaba al viento, pobre alma errante.

Ella dijo al viento que le trajera aquel príncipe,

que tanto añoraba pues le hacía falta,

para no sentirse sola y a maniatada

y a el tiempo a los 6 años el escucho la llamada…

Ella buscaba un príncipe azul de nuevo,

pero le salió el rey de la oscuridad,

no monta el corcel blanco que esperaba,

pero su montura es brutal…

Su armadura no despide luz,

pero ver a sus ojos te darán paz,

que la luz jamás te concederá.....

…el tiempo atiende y los habitantes, se sorprenden.

Yo espantapájaros afín,

bibuje en mi cara una sonrisa pícara,

al ver lo osado de aquel ser,

de demostrar lo que quiere, sin temer.

Ella grito al viento, por buscar luz, su hija,

hoy sufre de pena y viviendo a migas,

por esperar el príncipe azul,

le arrebataron su juventud.

Yo que aun veo esa flor,

pálida y casi occisa,

por mucha luz ahora moribunda,

todos pasan de ella por cavar su propia tumba.

Y el dijo…

….Que el mundo se calle,

que su pasado me vale,

resucitare esta criatura y

viviré para contarles.

Que el tiempo es mi esclavo,

que mi armadura mi llave,

que mi montura el camino,

que mi espada su voz. La clave.

… Que viva, para destronar a vuestro dios,

recordarles que no todo se gana,

con la primera elección,

que su fruto será mi codiciado tesoro, mi ambición.

Que mi sombra cubra sus cuerpos,

que mis manos, atraviesen sus almas

y ustedes viejos guardias,

lloren sangre por ver que la matan…

Así, dijo aquel ser y yo aún sentado,

mirando fijo su determinación,

su pelo negro largo,

su traje la noche ,

sus zapatos, su voz.

Su sangre impía,

sus ganas reales,

su alto lenguaje,

el infierno de los pesares.

No fueron felices por siempre,

siempre, fueron felices de su elección,

yo cuento esta historia para que entiendan,

que no se debe esperar,

lo que quizás nunca llege,

no pierdan el tiempo,

las oportunidades nunca vuelven.